Dos motores para tenerlo todo. Los vehículos híbridos enchufables se sirven de un propulsor eléctrico y otro de combustión interna que nos permiten disfrutar de lo mejor de la conducción eléctrica y de la convencional. La posibilidad de circular en silencio y sin emisiones se suma a la de obtener una aceleración y una potencia extraordinarias. Además, en estos coches la autonomía no es un problema.

En modo eléctrico, los híbridos enchufables arrancan de manera silenciosa y ecológica gracias a su motor eléctrico. Como su aceleración es lineal, el máximo par motor se alcanza ya desde el principio. En modo híbrido, el motor de combustión entra también en acción y permite acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de siete segundos.

Si circulamos en modo eléctrico y alcanzamos una velocidad de 130 km/h, el propio vehículo pone en acción el motor de combustión, que permite acelerar hasta una velocidad máxima de 225 km/h.

También podemos accionar el modo híbrido cuando deseemos con solo pulsar un botón. Así combinaremos la potencia de ambos motores para alcanzar hasta los 218 caballos en el caso de este coche. Por su parte, el botón GTE nos ofrece un extra de potencia para aquellas situaciones en las que necesitemos una respuesta más contundente por parte del vehículo.